Normalmente desconocer por qué ocurre algo anómalo en el funcionamiento de nuestro vehículo es un auténtico quebradero de cabeza, especialmente por el miedo a sufrir una avería o accidente en el momento menos oportuno. Uno de los problemas que más incertidumbre genera en los conductores son los tirones cuando circulamos.
Las causas de estos pueden ser múltiples y muy variadas, desde suciedad acumulada hasta problemas más graves. Escuchar y observar nuestro vehículo es fundamental a la hora de localizar el problema y poder actuar sobre este. La mejor manera de actuar ante este problema es llevando el coche al taller y sometiendolo a una revisión para comprobar que todo esté en orden o qué ha podido fallar.
Cómo detectar el problema
Los tirones, como ya hemos explicado, pueden darse por múltiples razones que van desde la más simple a la más compleja. Se pueden detectar dos grandes grupos en esta problemática: problemas de alimentación y problemas eléctricos. Para detectarlos es necesario responder a varias preguntas:
– Cómo, cuándo, a qué velocidad ocurre
– Si ocurre con el aire acondicionado o al cambiar de marcha
– Si va asociado a algún tipo de ruido
– Si pasa con un combustible en especial
Responder a estas preguntas nos ayudará a saber explicar el problema en el taller y poder dar con su origen. De igual forma también ayudarán a distinguir entre ruidos normales del vehículos y aquellos que no lo son.
Un buen mantenimiento es fundamental
Someter a nuestro vehículo a revisiones periódicas y mantenerlo en buen estado pueden evitar futuros problemas. Los tirones del vehículo pueden estar ocasionados por acumulación de suciedad en los filtros de combustible, los cuales si no se cambian periódicamente dejan de permitir una libre circulación del combustible.
El filtro de aire también es uno de los elementos que hay que revisar, a pesar de que su mantenimiento sea mínimo, ya que si este está sucio el aire no pasa con la misma facilidad siendo causa de tirones en el vehículo. También los inyectores suelen ser causa de este problema.
Los tirones, unidos a fallos en el arranque, exceso de humos y mayor consumo de combustible son síntomas de la válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation), cuya función es la de hacer circular parte de los gases que salen por el escape hacia la admisión. Esta válvula está expuesta a altas temperaturas y acumulación de suciedad, por lo que es probable que muchas veces los tirones sean ocasionados por la costra que la suciedad forma impidiendo que esta válvula se abra correctamente. Esto suele ocurrir cuando el vehículo circula a bajas revoluciones, especialmente por ciudad.
El desgaste del vehículo, causa de tirones
Tanto el paso del tiempo, como el mal uso de algunos componentes generan un desgaste de los mismos que, en muchas ocasiones, pueden ser causa de los tirones del vehículo. En los coches más antiguos, por ejemplo, el cable del acelerador puede ser fuente de tirones debido a errores en la válvula que actúa sobre el motor.
La caja de cambios también puede ser causa de este problema debido a un desgaste excesivo en el embrague que no solo puede provocar tirones, sino también vibraciones y hasta que el coche no se mueva.
Ante estas situaciones lo más recomendable es acudir a tu taller de confianza y someter al vehículo a revisiones periódicas para prevenir problemas mayores.